Vista
El profundo tono rojo rubí del vino, apenas penetrado por la luz, prepara el terreno para una experiencia sensorial cautivadora. El profundo color es el resultado de la intensa concentración de antocianos, pigmentos naturales de las uvas tintas. Estos pigmentos contribuyen al color del vino y también le confieren una gama de sabores, como mora, cereza negra y ciruela.
Aroma
Al acercarse a la copa, un torbellino de aromas de frutas negras, como ciruelas, moras, cerezas y guindas, baila por el paladar. Estos aromas recuerdan a las frutas dulces y jugosas que se cultivan en las soleadas colinas de Umbría, de donde proceden las uvas del Sagrantino Montefalco de Tenute Baldo.
Los aromas del vino también incluyen notas de regaliz, quina, hierbas balsámicas, pimienta negra y clavo. Estas especias añaden profundidad y complejidad al perfil aromático del vino. La combinación de fruta negra y especias es característica de los vinos Sagrantino, y es una de las cosas que los hace tan únicos y atractivos.
Sabor
El primer sorbo desvela una sinfonía de sabores, donde la robusta estructura de la uva Sagrantino se entrelaza con taninos aterciopelados que acarician la boca. La intensidad del vino aumenta con cada sorbo, dejando una huella indeleble en el paladar.
Los sabores del Montefalco Sagrantino de Tenute Baldo son complejos y estratificados, con notas de mora, cereza negra, ciruela, regaliz, especias y un toque de dulzor. Los taninos del vino son firmes y están bien integrados, proporcionando estructura y equilibrio a los sabores frutales. La acidez es brillante y refrescante, cortando la riqueza del vino y manteniéndolo fresco en el paladar.
Acabado
El final del vino es largo y persistente, con notas de fruta negra, especias y regaliz. El final es lo que realmente distingue al Montefalco Sagrantino de Tenute Baldo. Es un vino que se puede saborear durante minutos, o incluso horas, después de dar el último sorbo.
En conjunto, el Montefalco Sagrantino de Tenute Baldo es un vino tan complejo y cautivador como delicioso. Es un vino que le recompensará con sus ricos sabores, su elegante estructura y su largo final. Si busca un vino excepcional que represente lo mejor de la enología de Umbría, el Montefalco Sagrantino de Tenute Baldo es la elección perfecta.
El Montefalco Sagrantino de Tenute Baldo es un vino artesanal sometido a un meticuloso proceso de elaboración, que garantiza que cada botella capte la esencia del terruño de Umbría y el carácter distintivo de la uva.
Recolección y selección
La vendimia de las uvas Sagrantino para el Montefalco Sagrantino de Tenute Baldo se realiza manualmente, garantizando que sólo se seleccionen las uvas más maduras y sabrosas. Las uvas se transportan cuidadosamente a la bodega, donde se enfrían inmediatamente para preservar su frescura.
Trituración y despalillado
A su llegada a la bodega, las uvas se estrujan suavemente y se despalillan para separar los hollejos de los raspones. Este proceso permite extraer más fácilmente del zumo el color, los taninos y los compuestos aromáticos de la uva.
Maceración
Las uvas estrujadas se someten a un prolongado periodo de maceración, que suele durar hasta 21 días. Durante este tiempo, los hollejos permanecen en contacto con el zumo, lo que permite la extracción de color, taninos y compuestos aromáticos. Este proceso es crucial para desarrollar la rica estructura y los complejos aromas del vino.
Fermentación tradicional
Tenute Baldo sigue el método tradicional de fermentación del Sagrantino, utilizando levaduras autóctonas para convertir el azúcar de la uva en alcohol. Este proceso de fermentación lento y natural permite desarrollar el carácter y la complejidad únicos del vino.
Appassimento
Un aspecto único de la elaboración del Sagrantino es el proceso de appassimento, que consiste en secar las uvas sobre esteras de paja o bastidores de madera para concentrar sus azúcares y sabores. Esta técnica tradicional, comúnmente practicada en Umbría, contribuye significativamente a la intensa estructura y pronunciados aromas del vino.
Fermentación alcohólica y maduración
Tras el periodo de appassimento, las uvas pasas se rehidratan y se utilizan para completar la fermentación alcohólica. A continuación, el vino fermentado se traslada a grandes barricas de madera para su maduración, normalmente durante un periodo de 18 meses. Este prolongado proceso de envejecimiento realza aún más la complejidad y estructura del vino.
Rafinage y embotellado
Tras la maduración, el vino se somete a un rafino, proceso en el que se mezcla con vinos más jóvenes para lograr el equilibrio y la consistencia deseados. Por último, el vino refinado se embotella, listo para ser saboreado y apreciado por los aficionados de todo el mundo.
La elaboración del Montefalco Sagrantino de Tenute Baldo es un testimonio de la pasión y dedicación de la familia Tenute Baldo, que lleva generaciones elaborando vinos excepcionales en Umbría. Este meticuloso proceso, guiado por la tradición y la innovación, garantiza que cada botella encarne el carácter único de la uva Sagrantino y el rico terruño de Montefalco.
En general, el vino Montefalco Sagrantino de Tenute Baldo es un vino muy valorado y aclamado por la crítica. Es elogiado por su complejidad, potencia, estructura y equilibrio. Es un vino que gustará tanto a los consumidores experimentados como a los que se inician en el mundo de los vinos italianos.