Bodegas El Lomo inició su andadura en 1989 como parte del profundo respeto de D. Félix Rodríguez por esta tierra y su sueño de elaborar un vino de calidad a partir de varietales canarios en un valle de milenaria tradición vitivinícola: Tegueste. Durante todos estos años se ha perseguido un objetivo claro, que era poner en valor la producción de los grandes vinos canarios de las Islas Canarias, y en este empeño se ha construido una marca de referencia dentro del sector.
Al mismo tiempo, el mundo del vino se ha ido desarrollando, creciendo exponencialmente en todos los ámbitos, desde la elaboración hasta la presentación de los vinos, todo ello encaminado a dar respuesta a un grupo de consumidores cada vez más amplio, diverso y exigente que ha ido marcando la pauta para la innovación como requisito indispensable para la competitividad de la marca.
Bodegas El Lomo recogió el testigo y propuso, en 2017, una profunda reinterpretación de la marca que llegó a todos los ámbitos de la empresa; del alma de nuestros vinos, con la incorporación de uno de los enólogos más reconocidos del mundo Alberto González Plasencia (premiado como segundo mejor enólogo de España y décimo mejor enólogo del mundo en el Master Wine Challenge en 2015) pasando por una totalmente renovada y por supuesto fruto de la revisión del modelo de negocio que como exponente más visible concentra su distribución en manos de Excelsia Canarias Vinos y Destilados del Grupo Torres. Estos serían los principales hitos que necesariamente se ven acompañados de muchos más encaminados a consolidar una marca clave en la historia del sector vitivinícola del archipiélago canario. Todo ello marca la pauta a seguir desde Bodegas El Lomo de cara a un nuevo tiempo y abre lo que consideramos: Bodegas El Lomo ACT II.
La bodega cuenta con cuatro viñedos en el municipio de Tegueste. Las dos fincas principales son la finca que rodea la bodega, una de las más emblemáticas dada su historia centenaria, se asienta sobre una falla volcánica abierta al mar con un desnivel entre terrazas de más de 100m. Tiene tres hectáreas cultivadas en espaldera, en 2019 se replantaron 12.000 cepas nuevas de variedades autóctonas. La otra gran finca de la bodega, denominada El Fidein o Las Peñuelas, ocupa más de 6 hectáreas. La mayor parte se cultiva en Lira abierta, el resto ha sido reconvertida recientemente, pasando del llamado sistema tradicional de arrastre a espaldera. El sistema lira se ha introducido con el fin de aumentar la superficie foliar expuesta, también para aumentar la densidad de plantación, aumentando la competencia entre plantas, lo que disminuye el vigor y aumenta la calidad de las uvas producidas. La edad del viñedo oscila entre los 40 años y el año del recién convertido. Al ser un territorio libre de filoxera, las plantas de vid se introducen directamente en el suelo, sin injertar. Esto permite una mayor longevidad de las plantas y un paladar peculiar de los vinos.